Abstract
In 1666, after the arrival of Margaret Theresa of Spain to Vienna due to her marriage with Leopold I, the reception of the Spanish culture in Viennese court was significantly increased, specially thanks to the theatrical activity and, more in particular, the representations of comedias. Even though the impact of Spanish culture decreased again when Margarita passed away in 1673, noble families maintained this cultural influence not only as an elite but intimate culture. By studying the Spanish books of the library possessed by the countess of Harrach, this paper aims to investigate her transcultural and transnational process, as well as to reveal the survival of the Spanish books’ reading in Vienna after the death of Margaret Theresa of Spain.
Similar content being viewed by others
Avoid common mistakes on your manuscript.
Introducción: La influencia cultural hispánica en la corte vienesa
Los estrechos lazos familiares de los Habsburgo entre sus ramas española y austríaca, fortalecidos por los continuos matrimonios durante los siglos xvi y xvii, se valieron, en busca de la unión entre territorios tan distantes así como por la necesidad del mantenimiento de buenas relaciones internacionales y de alianzas en el contexto bélico, de enviados a las cortes para estas misiones, los embajadores. La proliferación y el valor de estos encargos, la complejidad del entramado social cortesano y la estancia durante varios años en el país extranjero permitieron el traslado de las familias completas al destino diplomático. Si bien la conquista de la confianza del rey era uno de los objetivos fundamentales del embajador, su esposa, ya bajo el título de «embajadora»,Footnote 1 fue adquiriendo a medida que avanzaba el siglo xvii un papel crucial como aliada de su marido, ya que debería ganar la confianza de la reina y consolidar la red de relaciones (Oliván 2014: 392).Footnote 2 En este sentido, pues, conforme a la comisión encargada, estos matrimonios representan una función de «diplomacia conyugal» (Oliván 2014: 404). Debido a este contacto con el funcionamiento de la corte y, por tanto, también con la cultura desarrollada en palacio—como las representaciones teatralesFootnote 3 o la lectura de comedias—, el traslado a las cortes centroeuropeas de las costumbres adquiridas durante sus estancias en Madrid los convierte en agentes culturales. Es decir, en otras palabras, esta influencia, mezcla y convivencia creó un complejo mosaico cultural en Europa, en la que tanto el idioma como el gusto por la cultura llegaron a ser asimilados por embajadores y embajadoras, a la par que fueron llevados a otras cortes europeas.
Dejando de lado el complicado tejido familiar de los Habsburgo y cerrando el arco de fechas a la segunda mitad del Seiscientos, la boda de Leopoldo I con la infanta Margarita Teresa ha sido tomada como un punto de inflexión en la influencia cultural española en Viena.Footnote 4 Margarita Teresa, educada en la corte española y conocedora de las obras teatrales de Calderón de la Barca—no hay más que recordar la celebración de su décimo cumpleaños con la comedia Eco y Narciso—, llega a la corte vienesa en 1666, donde su matrimonio fue festejado con fiestas de «claro cuño italiano» durante el invierno de 1666–1667 (Sommer Mathis 2011: 1971). Tras la boda, el elemento español se incrementa de manera notable en la cotidianidad del nuevo enlace, como se deduce de diversos comentarios de Leopoldo I a su embajador en España, Francisco Eusebio de Pötting. Su correspondencia ofrece uno de tantos ejemplos:
Los españoles quieren tenerlo todo en español, y eso no me entra en la cabeza, y además, hasta ahora no he podido comer nunca antes de la una o las dos, algo que me resultaría imposible seguir soportando (Sommer Mathis 2011: 1971).Footnote 5
Estos cambios no solo afectaron a la esfera más cotidiana del matrimonio imperial, ya que, en una clara muestra de la influencia y la modificación del espacio que recibe a una nueva reina llegada de otro territorio y otra cultura, las costumbres culturales y de entretenimiento españolas en Viena también aumentaron su frecuencia con respecto al período anterior. A raíz de la petición de la infanta a su marido para introducir obras españolas en el teatro cortesano, Leopoldo escribe a su embajador, Eusebio de Pötting, para que le envíe comedias y piezas de música españolas, lo que dio lugar al «comienzo de un breve período de intenso intercambio cultural entre Viena y Madrid» (Sommer-Mathis 2011: 1971). Con la muerte de Margarita en 1673 dicho intercambio disminuyó, puesto que, según Sommer-Mathis (2011: 1987), se perdió el «motivo originario de la introducción de obras españolas, y en seguida desaparecieron las comedias de Calderón y de otros autores contemporáneos del repertorio de la corte imperial».
Así pues, dado que la emperatriz Margarita fue el motivo de mayor peso para la generalización de expresiones artísticas españolas, como la Comedia Nueva, en Viena, su muerte en 1673 ha sido señalada, de nuevo, como un segundo punto de inflexión de la influencia hispánica en la capital imperial (Sommer-Mathis 1994: 51; De los Reyes 1994: 64). Ahora bien, aunque tras su fallecimiento las representaciones de comedias cesan de manera general y el teatro de influjo italiano, nunca desaparecido, vuelve a ser mayoritario, la influencia hispana no se desvaneció, de acuerdo con la hipótesis de De los Reyes (1994),Footnote 6 entre la nobleza, gracias al menos, a la recepción y lectura de libros en español.Footnote 7 Esta circunstancia debe ser remarcada porque forma parte de una unión más amplia entre poder, cultura y lengua en los ambientes nobiliarios: si, por un lado, las embajadas incluían la asimilación de la lengua y la cultura como parte de un proceso de integración en la corte (Oliván 2016: 404–410)—es decir, en un uso, sin duda, político—; por el otro, «los epistolarios de las familias Pernstein, Dietrichstein o Lobkowicz nos demuestran que varios clientes del rey católico utilizaban el español no solo en la corte imperial sino también en el ambiente más íntimo de sus casas» (Archer et al. 2013: 18–19).
Así, a estos efectos, las bibliotecas nobiliarias se revelan como una fuente sumamente interesante de estudio de las costumbres y los gustos de los círculos hispanófilos, tanto en su dimensión política como en aquella de carácter más íntimo. Por desgracia, muchas de ellas todavía nos resultan desconocidas o de muy difícil acceso; sin embargo, otras han podido ser recuperadas y estudiadas. Entre estas últimas se sitúa el caso que abordaremos: la biblioteca de Johanna Theresia Lamberg (1639–1716), condesa de Harrach desde su matrimonio en 1661 y embajadora en Madrid entre 1673–1676, custodiada por el departamento de Bibliotecas de los Castillos del Museo Nacional de Praga en Terezín y que hemos podido estudiar in situ. Aun teniendo en cuenta que en el siglo xvii la posesión de un libro no implicaba su lectura (Sanmartín Bastida y Borrego Gutiérrez 2012: 136), los volúmenes de esta bibliotecaFootnote 8 y el conocimiento de los hábitos de lectura de la condesa (Archer 2012; Oliván 2016) nos permitirán, en un reflejo de la experiencia transnacional y transcultural de las mujeres embajadoras, su análisis en particular como parte y resultado de su recorrido vital, de las redes establecidas y de su capacidad de actuación femenina, así como del modo de conservar, reproducir y asimilar unas costumbres socio-culturales de una mujer noble y poderosa de la segunda mitad del siglo xvii. En un nivel más general, dado que la condesa regresó a Viena en 1676, su biblioteca manifiesta el traslado de este gusto hispánico a la corte vienesa, y apunta a la conservación y la continuidad de la influencia hispana tras la muerte de la emperatriz Margarita.
El matrimonio Harrach
Mientras en España la muerte de Felipe IV en 1665 había establecido a Mariana de Austria como reina regente hasta 1675, en Viena, como consecuencia del fallecimiento de la emperatriz Margarita en 1673, Leopoldo I teme un debilitamiento de las relaciones entre España y Austria; por ello, los condes de Harrach son enviados como embajadores a la corte española. La elección de esta familia para la empresa está más que justificada no solo por la cercanía a la figura real, al emperador y por la buena representación que tendría que ejercer, siempre «en consonancia con las necesidades de quien ejerce el patronazgo» (Rivero 2000: 31), sino que la antigua y estrecha amistad entre Johanna Theresia Harrach y la reina regente Mariana, cuyo alto grado de intimidad se palpa en la fructífera correspondencia que ambas mantuvieron (Oliván 2014: 395), tuvo que ser un factor crucial para otorgarles la embajada: «las razones de este nombramiento son fáciles de adivinar: su esposa. La condesa era la única persona que podía influir en el ánimo de la reina después de la muerte de su hija» (Oliván 2014: 395).
Una vez instalado en la corte madrileña, durante los años de su embajada entre 1673 y 1676, como parte de su proceso de integración en la corte y de diplomacia conyugal, pero también del desarrollo de sus propias inquietudes, el matrimonio Harrach se incorporó a las actividades culturales y, más en concreto, disfrutó de las representaciones de comedias, de cuya asistencia tenemos constancia (Reichenberger 1966). En la misma línea de integración y en simultaneidad con las puestas en escena, la adquisición de libros en español, muchos de ellos en almonedas y que luego fueron trasladados a Austria (Oliván 2016: 408), era un hábito compartido por los cónyuges pero también llevado a cabo por sus miembros por separado, razones por las que entendemos que la transferencia cultural española a la capital imperial fue alimentada tanto por un sistema común como por el individual. Dentro de este último deben pensarse los volúmenes de la condesa, una biblioteca de la que, en términos de Archer (2012: 840), «podemos afirmar con toda seguridad que ella fue propietaria de la mayoría de los libros».Footnote 9
La composición de la biblioteca de la condesa de harrach
Con los datos que tenemos hasta la fecha, la biblioteca está compuesta por un total de 83 volúmenes, de los cuales 77 son impresos y 6, manuscritos. En el apartado Apéndice, se recogen los títulos organizados según los tres grandes macrogéneros literarios de la prosa, la poesía y el teatro, así como, hasta donde ha sido posible, una propuesta general de adscripción temática que también haya tenido en cuenta su materialidad. Así pues, como se desprende de la información recogida en ese epígrafe, 42 libros, un 50.6% del total, los hemos subclasificado, de modo general, como de devoción, religiosos, histórico-religiosos, morales y de educación/teoría política. Si dentro del resto, unos 41 tomos, un 49.4%, se dejan fuera los siete ejemplares de relaciones de sucesos, el manual del juego de damas y los libros con poesía miscelánea, pues también incluyen temas morales y religiosos,Footnote 10 un mínimo de 31 libros—un 37.3% de los 83—pertenecería a las lecturas literarias de entretenimiento. En estos 31 volúmenes, la prosa contiene novelas cortas, pastoril, picaresca o de caballerías, mientras que las 203 obras teatrales—un 28.9% del total de la biblioteca—se corresponden con una amplia gama de subgéneros, entre los que se incluyen el religioso y el hagiográfico en una baja proporción.Footnote 11 El siguiente gráfico ofrece un resumen visual de esta segunda propuesta de clasificación: (Ilustración 1)
Como bien sintetiza el gráfico, contamos con un total de 24 ejemplares con 203 comedias, dos del Quijote, una Diana, un Orlando furioso, un Noches de invierno de Antonio de Eslava, un Poema trágico del español Gerardo de Céspedes y dos libros de poesía con temáticas variadas: un Parnaso de Quevedo y Poemas de Juana Inés de la Cruz. Por lo tanto, tras los ejemplares con escritos devocionales, religiosos o morales, el género teatral es el más representado: 24 libros son de teatro y, entre ellos, destacan, por un lado, las partes de varias comedias con 195 textos y, por otro, las seis obras en manuscrito. Salvo un ejemplar que agrupa variadas comedias, las demás partes pertenecen a la colección de Escogidas, una serie que se extendió desde 1652 a 1681 o 1704,Footnote 12 y que gozó de una gran fama y una amplia difusión durante la segunda mitad del siglo. Los ejemplares ubicados en Terezín abarcan los años 1652–1676 y, salvo las Partes 34 y 36, todos conservan, además de la firma de la condesa, la de un dueño anterior, Francisco Márquez Messia. Este hecho podría indicar la posibilidad de que la condesa los hubiese recibido en lote.
Fuera de los volúmenes de varia, las obras teatrales conservadas de modo individual se atribuyen a tres autores: una comedia de Moreto, una de Cardona y siete de Calderón. De estas últimas, atesoradas en un impreso y seis manuscritos, una, El gran duque de Gandía no está correctamente atribuida, según Arellano (2010). Si bien no extraña la alta presencia calderoniana, pues, antes de fallecer en 1681, Calderón de la Barca era el dramaturgo oficial, y su prestigio y fama se prolongaron más allá de su muerte, la pequeña colección de manuscritos calderonianos se descubre especialmente llamativa: todos ellos son textos en copias muy limpias, encuadernados con tapas embellecidas y con el corte delantero dorado. De ellos, por el momento, destacamos la relevancia de dos testimonios: el manuscrito de Eco y Narciso lleva la firma autógrafa del poeta,Footnote 13 mientras que el de El gran príncipe de Fez, recientemente estudiado por Rodríguez-Gallego (2017), resulta ser un testimonio de complejidad textual.
La biblioteca como parte del proceso transcultural y el alcance transnacional
Si nos acercamos a la biblioteca de la condesa de Harrach a la luz, según la terminología propuesta por la investigadora Laura Oliván (2016), de su «cultura mixta» y de su «proceso de transculturalidad»—al que, por otra parte, muchas embajadoras imperiales del siglo xvii se vieron sometidas, ya sea para cumplir con un fin estratégico, ya sea por supervivencia en el mundo cortesano (Oliván 2016: 403)—, pronto se descubre la estrecha relación mantenida entre estos volúmenes con su integración en la corte y la asimilación de su cultura, puesto que el vestirse a la española o la reinterpretación de costumbres como la religiosidad corren parejas con el aprendizaje y el uso de la lengua española para ejercer su capacidad de actuación e influencia política (Oliván 2016: 403). Ahora bien, de cara a estos objetivos, la condesa partía con ventaja, ya que su familia mantuvo con anterioridad relaciones con España y ella había sido educada en la corte madrileña al lado de la reina Mariana. Por ello, la condesa había crecido rodeada de las costumbres españolas y de la lengua, razones que pudieron haber ayudado a amoldar, a nuestro modo de ver, la asimilación cultural tanto en una faceta de carácter y uso político y público, pero también en una dimensión y apropiación más íntima y profunda—reflejo de dicha «cultura mixta»y de, quizá, una construcción identitaria múltiple—; así lo observó su marido al destacar en sus escritos la comodidad que ella transmitía al ponerse el traje a la española (Oliván 2016: 408).
En este sentido nos hablan los volúmenes custodiados en su biblioteca personal, pues su procedencia advierte sobre la preservación de un patrimonio hispano intergeneracional de mujeres austríacas, un hecho que remarca la importancia de las redes intelectuales, de la transmisión cultural entre mujeres y de sus experiencias lectoras (Luna 1996: 113–114), a la par que se une a la genealogía de mujeres que construyen un patrimonio heredado y muestran preocupación por la educación de sus descendientes femeninas (Cruz 2018: 65–67). Judith Rebeca von Würben (1612–1690), condesa de Lamberg, mujer del embajador imperial y madre de Johanna Theresia, legó a su hija Johanna, hablante de alemán y español, numerosos libros escritos en español, circunstancia perceptible en la coexistencia de las firmas de madre e hija en algunos volúmenes (Archer 2012: 841–842). Esta particularidad implica la afición y la preocupación por la continuidad de esa cultura hispana, esto es, la asimilación conjunta de dos culturas, también recibidas de su madre, construidas a lo largo de su vida y compartidas también por su marido. Esta idiosincrasia perduró durante su vida, ya que, aparte de los libros heredados, Johanna Theresia engrosó su colección de forma personal y atesoró el legado familiar (Oliván 2016). Tras esto, la biblioteca
llegó a integrarse en la de los Kuenberg que había iniciado su cuñado, el arzobispo Franz Ferdinand de Kuenberg […] La colección se guardó en uno de los palacetes de los Kuenberg en la pequeña localidad de Mladá Vožice, al sur de Bohemia […] En nuestros tiempos, desde 1947, la biblioteca se encuentra en el Museo Nacional del Libro, en la relativamente remota localidad checa de Žd’ár nad Sázavou (Archer 2012: 840–841).
Más adelante, estos libros pasaron a formar parte del departamento de Bibliotecas de los Castillos del Museo Nacional de Praga, en Terezín, donde están custodiados en la actualidad.
La formación y la experiencia vital de la condesa de Harrach, que se materializaron en el aprendizaje de la lectura y de la escritura en alemán, su lengua materna, y en castellano,Footnote 14 encontraron, como vimos, una utilidad inmediata en sus redes políticas y en su agencia durante los años de embajada en Madrid junto a su marido, pero, además, tuvieron una aplicación más íntima, plasmada en su red de relaciones a nivel íntimo—como muestra la antes mencionada correspondencia personal en español y de tono muy cercano con la reina Mariana—, así como en el entretenimiento y en su religiosidad.
Al establecer vínculos entre estas características individuales y los ejemplares atesorados en su biblioteca, cabría dejar entre interrogantes, en primer lugar, si el alcance de sus redes podría estar relacionada con la posesión del manuscrito embellecido y cuidado de Eco y Narciso, comedia con la que—recordemos—se festejó el cumpleaños de Margarita, y que posee—y no es un dato baladí—la firma autógrafa de Calderón de la Barca. En segundo lugar, su conocimiento del español y el disfrute de su literatura queda patente no solo en los títulos de su biblioteca, sino también en las diferentes materias de su lectura, puesto que, como demostró el análisis anterior, abarcan temáticas asociadas tanto al entretenimiento, con una especial presencia del teatro, como a la religiosidad, una faceta esta última que además de manifestarse en los tomos podría verse reflejada, dentro de la hipótesis, en una estampa, ejemplo de ephemera habitual para la oración mental (Bouza 1999: 98), con el enunciado «Levantar muchas veces el corazón a Dios. Los abogados san Diego y santa Magdalena» que encontramos entre las páginas de uno de sus libros.
Si bien advertimos que con la llegada a su embajada en Madrid la condesa hace uso de su dimensión hispana, resultado de su formación y de su profunda interiorización de la misma, esta no desaparece cuando abandona esta corte. Con el final de su embajada madrileña en 1676, la condesa regresa a Viena, donde se lleva también los libros adquiridos en España. Allí, según documenta Laura Oliván (2016: 415–416), siguió empleando el castellano en su correspondencia con Mariana de Austria; en su entretenimiento, puesto que, dentro de los métodos generales de lectura más habituales de su tiempo, como la oración mental y las lecturas comunes en el estrado (Chartier 1994: 29, 38; Chartier 2003; Bouza 1999: 99–101; Castillo 2016: 93), la condesa de Harrach practicó y documentó la lectura en voz alta de las obras de Fray Luis de Granada con su hija Josefa (Oliván 2016: 414–415)Footnote 15; y en sus relaciones diplomáticas con otros españoles ubicados en la capital austríaca o con su familia (Oliván 2016: 416). En consonancia con estos datos, los volúmenes de la biblioteca de la condesa muestran el alcance de su transculturalidad y de su asimilación de dos culturas y lenguas, a la vez que, de manera más general y dentro del sistema de relaciones transnacionales entre Madrid y Viena, la lectura y la conservación de tomos en castellano ejemplifica y pone de relieve que la lengua y el entretenimiento en español encuentra un cauce de continuidad incluso más allá de la muerte de Margarita en 1673.
Conclusión
A pesar de que la influencia española en la corte vienesa haya disminuido tras la muerte de la emperatriz Margarita de Austria en 1673, el gusto hispano manifestado a través del idioma y de la lectura en español se prolongó en los círculos nobles hispanófilos hasta final de siglo xvii, como demuestra el caso particular de Johanna Theresia, condesa de Harrach, mujer noble y bilingüe. Tras el análisis de los volúmenes en español de su biblioteca personal, este trabajo ha procurado ponerlos en relación con su experiencia vital y su formación, de manera que se descubre su integración en sus procesos de transnacionalidad y su transculturalidad. De este modo, el idioma y el uso de las costumbres españolas, que fueron de importancia para su capacidad de actuación política, se materializan asimismo en la acumulación, la preservación y la lectura de un variado patrimonio personal libresco hispano que fue trasladado a Viena. Este nos informa, por un lado, de la religiosidad y de la práctica del entretenimiento en la línea de los hábitos de la corte madrileña, mientras que, por otro, expone sus vertientes de uso de carácter político y también más íntimo en España y en Viena, tanto por sus lecturas documentadas como por el alcance de sus redes, cercanas a la reina regente Mariana. En conclusión, al situar los volúmenes de la biblioteca de la condesa de Harrach dentro de sus características culturales y de su trayectoria vital entre Madrid y Viena, se pone de manifiesto, por una parte, la importancia del papel de la mujer embajadora como agente político y cultural, mientras que, por la otra, el alcance de sus relaciones en ambas cortes y el uso de la lengua española y el entretenimiento vinculado a la Península tras su regreso a la corte imperial apuntan a la conservación de la influencia cultural hispánica en Viena tras la muerte de Margarita de Austria.
Apéndice
A continuación, ofrecemos los títulos, que hemos organizado de acuerdo con los tres grandes macrogéneros literarios, prosa, poesía y teatro. Dentro de estos, los hemos subclasificado, de manera genérica y hasta donde ha sido posible, en función de su temática y su materialidadFootnote 16:
Libros de prosa
Prosa: libros devocionales, religiosos, histórico-religiosos, morales o educación/teoría política. Footnote 17 Impresos
-
1.
Pedro de Ribadeneira, Tratado de la tribulación, repartido en dos libros, Alcalá, Juan Íñiguez de Lequerica, 1593.
-
2.
Antonio Daza, Historia, vida y milagros, éxtasis y revelaciones de la bienaventurada virgen sor Juana de la Cruz, de la tercera orden de nuestro seráfico padre san Francisco, Madrid, Luis Sánchez, 1613.
-
3.
Lucas de Montoya, Crónica general de la orden de los Mínimos de san Francisco de Paula, Madrid, Bernadino de Guzmán, 1619.
-
4.
Juan de Palma, Vida de la serenísima infanta sor Margarita de la Cruz, religiosa descalza de santa Clara, Madrid, Imprenta Real, 1636.
-
5.
José de Jesús María, Historia de la vida y virtudes del venerable hermano Francisco del Niño Jesús, religioso de la orden de los Descalzos de Nuestra Señora del Carmen, Segovia, Diego Díez de la Carrera, 1638.
-
6.
Diego Saavedra Fajardo, Idea de un príncipe político cristiano, representada en cien empresas, Mónca, Nicolao Enrico, 1640.
-
7–9.
Antonius Guevara, Epistolae, Coloniae, Wilhelmum Friessem, 1640. Archer señala que son 3 volúmenes (2012: 901).
-
10.
Juan Eusebio Nieremberg, Dictámenes del padre Juan Eusebio Nieremberg de la Compañía de Jesús, Madrid, Julián de Paredes, 1647.
-
11.
Juan de Soria, Epílogo de la vida, muerte y milagros del Serafín llagado y singularísimo patriarca san Francisco, Cuenca, Salvador de Viader, 1649.
-
12.
Mateo de Pinedo, Compendio de la vida y milagros del glorioso patriarca san Francisco de Paula, Madrid, Domingo García y Morras, 1651.
-
13.
Alonso de Villegas, Flos sanctorum. Historia general de la vida y hechos de Jesucristo Dios, Madrid, Melchor Sánchez, 1653.
-
14.
Antonio Panes, Vida del beato fray Pascua Baylon, religioso profeso de la provincia de san Juan Bautista de los Descalzos, Valencia, en casa de los herederos de Crisóstomo Garriz, por Bernardo Nogues, 1655.
-
15.
Gabriel de León, Misterios del santo Rosario aplicados a todos los días de la semana que se rezan y ofrecen en congregación de Nuestra Señora de la Humildad, Madrid, Domingo García Morrás, 1656.
-
16.
Fray José San Esteban, Vida y virtudes del venerable hermano fray Juan de la Magdalena, Sevilla, Juan Méndez de Osuna, 1662.
-
17.
José de Vallés, Primer instituto de la sagrada religión de la Cartuja, Madrid, Pablo de Val, 1663.
-
18.
Antonio Rojo, Historia de san Diego de Alcalá, fundación y frutos de santidad que ha producido su convento de santa María de Jesús, Madrid, Imprenta Real, 1663.
-
19.
Juan Baptista de Lezana, Vida de la bienaventurada y ecstática virgen María Magdalena de Pazzi, Roma, Vital Mascardo, 1664.
-
20.
Juan Márquez, El gobernador cristiano deducido de las vidas de Moysen y Josue, Amberes, Jacobo Meursio, 1664.
-
21.
Tomás de Jesús, Suma y compendio de los grados de oración, por donde sube un alma a la perfección y contemplación, Valladolid, Manuel de Valdivieso, 1665.
-
22.
Gaspar de Cubero de Monforte de la Figuera, El sol del oriente, vida y vitorias del grande Antonio Abad, sacro archimandrita de Egipto. Escríbelas por el texto de san Atanasio…, Valencia, Gerónimo Vilagrasa, 1665.
-
23.
Isidoro de Paula, Prodigiosa vida y admirable muerte de san Francisco de Paula, Málaga, impreso por el Real Convento de Nuestra Señora de la Victoria de Málaga por Mateo López Hidalgo, 1669.
-
24.
Alonso de Andrade, Veneración de las santas imágenes, origen y milagros de la de san Ignacio de Munebrega, fundador de la Compañía de Jesús, Madrid, Joseph Fernández de Buendía, 1669.
-
25.
Luis de la Puente, Vida maravillosa de la venerable virgen Marina de Escobar, Madrid, Franscisco Nieto, 1669.
-
26.
Alonso de Andrade, Vida y milagros de san Nicolás el Magno, arzobispo de Mira, Madrid, Doña María Rey, viuda de Diego Diax de la Carrera, 1671.
-
27.
Manuel Calasibeta, El crédito de la providencia divina, san Cayetano Tiene, fundador de los clérigos reglares, Madrid, Bernardo de Villa-Diego, 1671.
-
28.
Juan Eusebio de Nieremberg, Devocionario del Santísimo Sacramento, Madrid, Viuda de Francisco Nieto, 1672.
-
29.
Huarte de San Juan, L’examen des esprits pour les sciences, Amsterdam, 1672.
-
30.
Andrés Pinto Ramírez, Secunda parte de la vida maravillosa de la virgen doña Marina de Escobar, Madrid, Francisco Nieto, 1673.
-
31.
Pietro Toloñeto, Vida del gran siervo de Dios fray Inocencio de Chiusa, Madrid, Andrés García de la Iglesia, 1673.
-
32.
Miguel González Vaquero, La mujer fuerte por otro título la vida de doña María Vela, monja de san Bernardo en el convento de santa Ana de Ávila, Madrid, Imprenta Real, 1674.
-
33.
Felipe Colombo, El Job de la ley de gracia, retratado en la admirable vida del siervo de Dios, venerable padre Pedro Urraca, Madrid, Imprenta Real, 1674.
-
34–35.
Francisco de Ameyugo, Nueva maravilla de la gracia descubierta en la vida de la venerable madre sor Juana de Jesús María, monja del gravísimo convento de santa Clara de Burgos, Madrid, Antonio González, 1674. Archer señala la existencia de dos ejemplares (2012: 888).
-
36–37.
Teresa de Jesús, Cartas de santa Teresa de Jesús, Bruselas, Francisco Foppens, 1674. Archer señala que son 2 volúmenes (2012: 906).
-
38.
José de Santa Teresa, Resunta de la vida de san Juan de la Cruz, Madrid, Bernardo de Villa-Diego, 1675.
-
39–41.
Pedro Cosío y Celis, Historial para todos, espiritual y predicable, Partes I-III, Madrid, Antonio de Zafra, 1676. Archer señala que son 3 volúmenes (2012: 899).
-
42.
Juan Rojas y Ausa, Representaciones de la verdad vestida, místicas, morales y alegóricas sobre las siete moradas de santa Teresa de Jesús, Madrid, Antonio González de Reyes, 1676.
Prosa: relación de sucesos. Impresos
-
1.
Sebastián Pedro Cubero, Descripción general del mundo y notables sucesos que han sucedido en él. Con la armonía de sus tiempos, ritos, ceremonias…Escrita por el dotor don Pedro Cubero Sebastián, Valencia, Vicente Cabrera, 1697.
-
2–3.
El Inca Garcilaso de la Vega, Histoire de la Floride…composée en espagnol par l’Inca Garcilaso de la Vega et traduit en françois par P. Richelet, Paris, Gervais Clovzier, 1680. Archer señala que son 2 volúmenes (2012: 900).
-
4.
Famianus Strada, Primera década de las guerras de Flandes, desde la muerte del Emperador Carlos V hasta el gobierno de Alejandro Farnese, Colonia, 1682.
-
5–7.
Costantino Roncaglia, Admirables efectos de la providencia sucedidos en la vida e imperio de Leopoldo primero, invictísimo emperador romano, redúcelos a anales históricos la verdad, Milán, Emprenta Real, 1714. Archer señala que son 3 volúmenes (2012: 905).
Prosa: manual de juego. Impreso
-
1.
Juan García Canalejas, Libro del juego de las damas, dividido en tres tratados, Zaragoza, Juan Nogués, 1650.
Prosa de entretenimiento. Impresos
-
1.
Antonio de Eslava, Primera parte del libro intitulado Noches de invierno, Barcelona, Hieronymo Margarit, 1609.
-
2.
Gaspar Gil Polo, Primera parte de la Diana enamorada, París, Rob. Estevan, 1611.
-
3.
Gonzalo de Céspedes y Meneses, Poema trágico del español Gerardo y desengaño del amor lascivo. Primera y segunda parte, Cuenca, Salvador de Viader, 1621.
-
4–5.
Cervantes, Primera y segunda parte del Quijote de la Mancha, Madrid, Imprenta Real, 1647. Archer señala que son dos volúmenes (2012: 890).
-
6.
Cervantes, Vida y hechos del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Primera parte, Bruselas, Pedro de la Calle, 1671.
Libros de poesía
Poesía: caballeresco y miscelánea. Impresos
-
1.
Ludovico Ariosto, Orlando furioso, Madrid, Francisco Sánchez, 1585.
-
2.
Francisco de Quevedo, El parnaso español y musas castellanas, Madrid, Melchor Sánchez, 1668.
-
3.
Juana Inés de la Cruz, Poemas de la única poetisa americana, musa décima, soror Juana Inés de la Cruz…tercera edición corregida y añadida por su autora, Barcelona, Joseph Llopis, 1691.
Libros de teatro
Comedias. Manuscritos
-
1.
Calderón de la Barca, No hay creer ni en la verdad.
-
2.
Calderón de la Barca, El gran duque de Gandía. – comedia religiosa.Footnote 18
-
3.
Calderón de la Barca, La dama y el galán Aquiles. – comedia mitológica (El monstruo de los jardines) (Alvarado 2013).
-
4.
Calderón de la Barca, El postrer duelo de España. – temática histórica (Neumeister 2010).
-
5.
Calderón de la Barca, La gran comedia de Eco y Narciso. – fiesta.
-
6.
Calderón de la Barca, El gran príncipe de Fez. – comedia religiosa (Rodríguez-Gallego 2017).
Comedias. Impresos
-
1.
Calderón de la Barca, Fineza contra fineza. Comedia con que festeja los felices años de la serenísima reina de España doña Mariana de Austria, de orden de sus Majestades Césares los Augustísimos Leopoldo y Margarita, Viena de Austria, Mateo Cosmerovio, 1671. – fiesta para el cumpleaños de Mariana de Austria.
-
2.
Cardona, Del mal lo menos, Viena de Austria, Mateo Cosmerovio, 1671.
-
3.
Agustín Moreto, Primero es la honra, comedia con que festejan el día de años de la serenísima archiduquesa María Antonia de Austria, a las sacras, cesáreas y reales majestades de Leopoldo y Margarita, sus damas, Viena de Austria, Mateo Cosmerovio, 1673. – comedia para el cuarto cumpleaños de Archiduquesa María Antonia de Austria, hija de Leopoldo I y Margarita Teresa de España.
Conjuntos de comedias. Impresos
-
1.
Comedias. Tomo que contiene 15 sueltas encuadernadas.Footnote 19
-
2.
Segunda parte de comedias escogidas, Madrid, a costa de Antonio Ribero, 1652.
-
3.
Laurel de comedias. Cuarta parte de diferentes autores, Madrid, A costa de Diego de Balbuena, 1653.
-
4.
Teatro poético en doce comedias nuevas, de los mejores ingenios de España. Séptima parte, Madrid, por Domingo García y Morrás, a costa de Domingo de Palacio, 1654.
-
5.
Comedias nuevas escogidas de los mejores ingenios de España. Octava parte, Madrid, Por Andrés García de la Iglesia, a costa de Juan de S. Vicente, 1657.
-
6.
Nuevo teatro de comedias varias de diferentes autores. Décima parte, Madrid, a costa de Francisco Serrano de Figueroa, 1658.
-
7.
De los mejores el mejor libro nuevo de comedias varias, nunca impresas, compuestas por los mejores ingenios de España. Parte trece, Madrid, por Mateo Fernández, a costa de Francisco Serrano de Figueroa, 1660.
-
8.
Parte quince. Comedias nuevas, escogidas de los mejores ingenios de España, Madrid, por Melchor Sánchez, a costa de Juan de San Vicente, 1661.
-
9.
Parte diez y seis de comedias nuevas, y escogidas de los mejores ingenios de España, Madrid, por Melchor Sánchez, a costa de Mateo de la Bastida, 1662.
-
10.
Parte diez y ocho de comedias nuevas, escogidas de los mejores ingenios de España, Madrid, por y a costa de Gregorio Rodríguez, 1662.
-
11.
Parte veinte de comedias varias nunca impresas, compuestas por los mejores ingenios de España, Madrid, en la imprenta real, a costa de Francisco Serrano de Figueroa, 1663.
-
12.
Parte treinta y una de comedias nuevas escritas por los mejores ingenios de España, Madrid, por Ioseph Fernández de Buendía, a costa de Manuel Meléndez, 1669.
-
13.
Parte treinta y cuatro de comedias nuevas escritas por los mejores ingenios de España, Madrid, por Joseph Fernández de Buendía, 1670.
-
14.
Parte treinta y seis de comedias nuevas escritas por los mejores ingenios de España, Madrid, por Joseph Fernández de Buendía, 1671.
-
15.
Parte cuarenta y dos de comedias nuevas, nunca impresas, escogidas de los mejores ingenios de España, Madrid, por Roque Rico de Miranda, 1676.
Notes
Como explica Laura Oliván, ya desde la segunda mitad del siglo xvi, «las esposas de los embajadores ordinarios comenzaron a recibir el nombre de embajadoras en las cortes europeas», un título que, «aunque no comportaba ejercer el cargo, llevaba aparejados una serie de privilegios ceremoniales que se fueron consolidando a lo largo del siglo xvii en las distintas cortes europeas» (2016: 400).
Para la cuestión de los embajadores, ver Rivero (2000).
A diferencia de los corrales madrileños, que dedicaban largas horas al entretenimiento con la comedia como objeto central, las obras en palacio demuestran la importancia de entender estas fiestas como un todo que comienza «with the ceremonial entry of the monarchs, and ends with the leave-taking» (Varey 1984: 405), protocolizadas mediante las etiquetas de palacio, ritos sociales y ceremoniales para los presentes, entre los que se encontraban las personalidades de la corte, como los embajadores extranjeros.
Según Opll y Rudolf (1997: 134), el entramado de la familia real «tuvo como consecuencia que el elemento español, establecido en Viena en el siglo xvi, sobreviviera también en otros territorios austríacos de los Habsburgo […] Esta realidad no sólo se reflejaba en la vida vienesa. La existencia del castillo de Eggenberg cerca de Graz […], reformado en la primera mitad del siglo xvii en estilo renacentista siguiendo el ejemplo del monasterio de El Escorial, es una buena prueba de ello». Ver también Archer, Kašparová, Marek (2013: 16–17).
Tomado de la correspondencia entre Leopoldo I y el conde de Pötting, carta del emperador del 9 de diciembre de 1666. El diario del conde de Pötting puede consultarse en Nieto Nuño (1990).
De los Reyes considera que «durante el corte reinado de la emperatriz Margarita, un teatro castellano representado en castellano que desaparecerá de la Corte Imperial con ella. Sin embargo, es posible que como lectura y a través de noticias continuara su presencia en ese reducido entorno» (1994: 64).
Sobre la recepción de libros en español puede verse el caso del propio emperador, quien nutrió la Biblioteca Real con ejemplares españoles, por ejemplo, con la compra de la biblioteca del marqués de Cábrega: más de 2400 volúmenes procedentes de España llegan a Viena en 1675 (Nieto Nuño 1988: 59–100), o el caso de la biblioteca formada por el conde Pötting (Cruickshank 1973).
Actualmente, esta biblioteca se conserva físicamente en el Departamento de Castillos del Museo Nacional de Praga, ubicado en Terezín (República Checa), si bien con anterioridad estaba ubicada en el palacete de Mladá Vozice. Quiero dejar constancia de mi especial agradecimiento a Laura Oliván, quien me dio a conocer esta biblioteca y con quien la visité, y a Jaroslava Kašparová y a Radim Nemecek por la facilidad con la que permitieron la consulta de sus fondos.
Para un estado de la cuestión sobre las problemáticas particulares de las bibliotecas de mujeres y la bibliofilia ver Baranda (2017).
La importancia de los libros devocionales y su convivencia con los de entretenimientos remiten, en última instancia, a los debates de la época en torno a las teorías sobre la adecuación de la lectura para las mujeres. Al respecto, ver Luna (1996: 85–128), Castillo Gómez (2016: 20–37), Baranda (1996) y (2017), Dadson (1998), Cátedra y Rojo (2002), así como en relación al aprendizaje ver Cruz (2018). Dentro del debate de la época sobre las lecturas para las mujeres, la poesía, si cumple las condiciones de moralidad y gravedad, podría ser no considerada mala lectura por algunos tratadistas y en ciertas condiciones sociales (Castillo Gómez 2016: 28–29). En relación a los libros aquí conservados con poesía de temas variados, el Parnaso de Quevedo sería un caso complejo, pues contiene poesía satírico-burlesca, por lo que decidimos no tenerlos en cuenta para establecer el porcentaje mínimo.
La ubicación de los ejemplares y la faltas de estudios y ediciones dificultan crear un porcentaje real de las comedias religiosas dentro de los volúmenes de varias obras, una investigación que, por motivos de espacio, deberá quedar para otra ocasión. No obstante, una primera aproximación ha permitido identificar por el momento en torno a 26–28 comedias religiosas en los tomos impresos de varias.
Para esta colección, puede consultarte Cotarelo (1931: 232), Cassol (2003: 145) y Casariego (en prensa). Sobre la fecha de finalización de la empresa editorial, Cotarelo considera que el tomo de 1701 debe tenerse en cuenta como parte de la colección, mientras que Cassol estima que la serie fue cerrada conscientemente en 1681 y, por ello, no tiene cabida.
Sobre este manuscrito, Kašparová (2002). Asimismo, Margaret Greer está preparando la edición del texto de este testimonio.
Sobre este asunto y el modo en que aprendió castellano y alemán, ver Oliván (2016: 413–416).
Una costumbre, recordemos, relacionada con la oralidad que se remonta a la Antigüedad y que, durante siglos, fue más frecuente que la silenciosa, puesto que leer abarca el sentido de ‘lectura en grupo’ que durante tanto tiempo convivió con la lectura personal y silenciosa (Frenk 1998: 518–519), como también recoge el diccionario de Autoridades, «pronunciar lo que está escrito o repasarlo con los ojos», ejemplificado con frecuencia con el prototípico pasaje del Quijote que relata una lectura en comunidad en la venta (Quijote, I, cap. 32) o la recogida en los Evangelios de las ruecas del siglo xv.
El catálogo de esta biblioteca se puede localizar en Archer (2012). Los ejemplares de esta clasificación han sido consultados en persona, pero también deben tomarse como datos provisionales, puesto que la biblioteca todavía está en proceso de reorganización y es posible que una catalogación moderna provoque modificaciones. Asimismo, recalcamos, la clasificación resulta una propuesta.
Agrupamos estas categorías por la estrecha relación entre ellas en comparación, sobre todo, a las demás y, dado que nuestro objetivo se centrará en el entretenimiento, en esta ocasión no entraremos, por cuestión de espacio, en las complejísimas cuestiones genéricas.
Sobre el problema de la autoría, ver Arellano (2010).
Este tomo está compuesto por: Las amazonas, La fe no ha menester armas y venida del inglés a Cádiz, de Rodrigo de Herrere; Luis Pérez el Gallego, de Calderón de la Barca; La mujer de Peribáñez, comedia de tres ingenios; Mejor está que estaba, de Calderón de la Barca; El pintor de su deshonra, de Calderón de la Barca; El gallardo catalán, de Lope de Vega; David perseguido y montes de Gelboé, de Lope de Vega; La banda y la flor, de Calderón de la Barca; Con quien vengo, vengo, de Calderón de la Barca; La cena del rey Baltasar, de Agustín Moreto; La vida en el ataúd, de Francisco de Rojas; La gran comedia de chico de Baturi, de Antonio de Huerta, Cáncer y Pedro Rosete; El fraile ha de ser ladrón o el ladrón ha de ser fraile, de Felipe Godínez; El garrote más bien dado, de Calderón de la Barca (Archer 2012: 891–892).
Bibliografía citada
Alvarado Teodorika, T. (Ed.). (2013). Pedro Calderón de la Barca. La dama y galán Aquiles (El monstruo de los jardines). Madrid, Frankfurt: Iberoamericana, Vervuert.
Archer, R. (2012). Dos bibliotecas españolas de mujeres en Bohemia (siglos XVI y XVII). En R. Bellveser (Ed.), Dones i literatura: entre l’Edat Mitjana i el Renaixement (pp. 831–912). Valencia: Institució Alfons el Magnánim.
Archer, R., Kašparová, J., y Marek, P. (2013). Bohemia hispánica: fondos españoles de los siglos XV a XVII en bibliotecas checas. Barcelona: Real Acadèmia de Bones Lletres, King’s Collegue.
Arellano, I. (2010). El gran duque de Gandía, San Francisco de Borja, en el teatro del Siglo de Oro. Apuntes introductorios. Criticón, 110, 217–246.
Baranda, N. (1996). Una literatura para la infancia en el siglo XVII. En A. Redondo (Ed.), La formation de l’enfant en Espagne aux XVI e et XVII e siècles (pp. 125–139). Paris: Presses de La Sorbonne Nouvelle.
Baranda, N. (2017). Mujeres bibliófilas en España. Madrid: Turpin.
Bouza, F. (1999). Comunicación, conocimiento y memoria en la España de los siglos XVI y XVII. Salamanca: Seminario de Estudios Medievales y Renacentistas.
Casariego Castiñeira, P. (en prensa). Calderón de la Barca en la colección de Comedias escogidas. Bulletin of Hispanic Studies.
Cassol, A. (2003). Flores en jardines de papel. Notas en torno a la colección de Escogidas. Criticón, 87-88-89, 143–159.
Castillo Gómez, A. (2016). Leer y oír leer. Ensayos sobre la lectura en los Siglos de Oro. Madrid, Frankfurt: Iberoamericana, Vervuert.
Cátedra, P. M., y Rojo, A. (2002). Bibliotecas y lecturas de mujeres. Siglo XVI. Madrid: Instituto de Historia del Libro y de la Lectura.
Chartier, R. (1994). El orden de los libros. Lectores, autores, bibliotecas en Europa entre los siglos XIV y XVIII. Barcelona: Gedisa.
Chartier, R. (2003). El concepto del lector moderno. En V. Infantes de Miguel, F. Lopez, y J. F. Botrel (Eds.), Historia de la edición y de la lectura en España, 1475–1914 (pp. 142–150). Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
Cotarelo, y Mori, E. (1931). Catálogo descriptivo de la gran colección de comedias escogidas que consta de cuarenta y ocho volúmenes, impresos en 1652 y 1704. Boletín de la Real Academia Española, 18, 232–280.
Cruickshank, D. W. (1973). The library of Count von Pötting. Transactions of the Cambridge Bibliographical Society, 6(2), 110–114.
Cruz, A. J. (2018). La educación de las mujeres en la España de la temprana Edad Moderna. En N. Baranda Leturio y A. J. Cruz (Eds.), Las escritoras españolas de la Edad Moderna. Historia y guía para la investigación (pp. 58–84). Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Dadson, T. (1998). Libros, lectores y lecturas. Estudios sobre bibliotecas particulares españolas del Siglo de Oro. Madrid: Arco/Libros.
De los Reyes, M. (1994). Relaciones teatrales españolas y austriacas durante el reinado de Leopoldo I y Margarita de Austria (1663–1673). En J. M. Díez Borque y K. F. Rudolf (Eds.), Barroco Español y Austríaco. Fiesta y teatro en la Corte (pp. 59–66). Madrid: Embajada de Austria y Museo Municipal.
Frenk, M. (1998). Más sobre la lectura en el Siglo de Oro: de oralidades y ambigüedades. En F. Sevilla y C. Alvar (Eds.), Actas del XIII Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas: Madrid, 6–11 de julio de 1998 (pp. 516–521). Madrid: Castalia.
Kašparová, J. (2002). Redescubrimiento de dos manuscritos, obras de Pedro Calderón (1600–1681), procedentes de la antigua biblioteca del castillo de Mlada Vožice. En K. T. Reichenberger (Ed.), Calderón, protagonista eminente del Barroco Europeo (Vol. 2, pp. 21–28). Kassel: Reichenberger.
Luna, L. (1996). Leyendo como una mujer la imagen de Mujer. Barcelona: Anthropos.
Neumeister, S. (2010). «Introducción» a Pedro Calderón de la Barca, Comedias, IV. Cuarta parte de comedias (pp. ix–xxviii). Madrid: Biblioteca Castro.
Nieto Nuño, M. (1988). Los fondos hispánicos en la Biblioteca Nacional de Viena. [tesis doctoral inédita].
Nieto Nuño, M. (Ed.). (1990). Francisco Eusebio de Pötting. Diario del Conde de Pötting, embajador del Sacro Imperio en Madrid (1664–1674). Madrid: Ministerio de Asuntos Exteriores.
Oliván Santaliestra, L. (2014). ‘La condesa ya se ha vestido a la española y de incógnito ha ido a visitar a la reina’: Johanna Theresia de Harrach, valida y “embajadora” de Mariana de Austria. En G. Franco Rubio y M. A. Pérez Samper (Eds.), Herederas de Clío. Mujeres que han impulsado la historia (pp. 391–404). Sevilla: Mergablum.
Oliván Santaliestra, L. (2016). ¿Juana o Johanna?: cultura mixta, doble identidad y bilingüismo de las embajadoras imperiales en la Corte de Madrid (1663–1676). En D. Carrió (Dir.), Embajadores culturales. Transferencias y lealtades de la diplomacia española de la Edad Moderna (pp. 397–422). Madrid: UNED.
Opll, F., & Rudolf, K. (1997). España y Austria. Madrid: Cátedra.
Reichenberger, A. G. (1966). The Counts Harrach and the Spanish theater. Homenaje a Rodríguez Moñino II. Estudios de erudición que le ofrecen sus amigos o discípulos hispanistas norteamericanos (Vol. 2, pp. 97–103). Madrid: Castalia.
Rivero Rodríguez, M. (2000). Diplomacia y relaciones exteriores en la Edad Moderna. Madrid: Alianza Editorial.
Rodríguez-Gallego, F. (2017). El gran príncipe de Fez, de Calderón: del autógrafo a la Cuarta parte. Criticón, 130, 93–121.
Sanmartín Bastida, R. y Borrego Gutiérrez, E. (2012). Teatro en bibliotecas particulares (1651–1700). En J. M. Díez Borque y A. Bustos Táuler (Eds.), Literatura, bibliotecas y derechos de autor en el Siglo de Oro (1600–1700) (pp. 135–156). Madrid, Frankfurt: Iberoamericana, Vervuert.
Sommer-Mathis, A. (1994). Las relaciones teatrales entre las dos ramas de la Casa de Austria en el Barroco. En J. M. Díez Borque y K. F. Rudolf (Eds.), Barroco Española y Austríaco. Fiesta y Teatro en la Corte (pp. 41–57). Madrid: Embajada de Austria y Museo Municipal.
Sommer-Mathis, A. (2011). Calderón y el teatro imperial de Viena. En J. Martínez Millán y R. González Cueva (Eds.), Las relaciones teatrales entre las dos ramas de la Casa de Austria en el Barroco (Vol. 3, pp. 1965–1989). Madrid: Polifemo.
Varey, J. E. (1984). The audience and the play at court spectacles: The role of the king. Bulletin of Hispanic Studies, 61, 399–406.
Acknowledgements
Funding was provided by Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Xunta de Galicia.
Author information
Authors and Affiliations
Corresponding author
Additional information
Publisher's Note
Springer Nature remains neutral with regard to jurisdictional claims in published maps and institutional affiliations.
La autora es beneficiaria de un contrato postdoctoral financiado por la Xunta de Galicia (2017). Este artículo se enmarca dentro del programa de ayudas de la Xunta de Galicia Consolidación e Estruturación (GPC), GI-1377 Calderón, cuyo IP es Santiago Fernández Mosquera.
Rights and permissions
About this article
Cite this article
Casariego Castiñeira, P. Libros en español en la corte vienesa a finales del siglo XVII: un caso de biblioteca de mujeres. Neophilologus 103, 349–364 (2019). https://doi.org/10.1007/s11061-019-09600-1
Published:
Issue Date:
DOI: https://doi.org/10.1007/s11061-019-09600-1